Rinde Estado homenaje póstumo al Dr. Jesús Enrique Grajeda Herrera

El Gobierno del Estado de Chihuahua rindió un Homenaje Póstumo a la trayectoria y legado del  doctor Jesús Enrique Grajeda Herrera, quien falleciera este domingo 26 de julio aún en el cargo de secretario de Salud estatal.

Encabezados por el gobernador Javier Corral Jurado, el Gabinete, familiares, colegas, amistades y compañeros de trabajo se reunieron en el Patio Central del Palacio de Gobierno para recordar el ejemplo que transmitió personal y profesionalmente el homenajeado.

Al dirigirse a la esposa Ivonne Martínez, su hijo Jesús Enrique y sus hijas Ivonne, María y Ana, el mandatario estatal indicó que el homenaje se hizo para manifestar la gratitud y reconocimiento, al final de la vida de un hombre comprometido con la hora más difícil que Chihuahua y el país han vivido en materia de salud.

“Donde puso toda su pasión y vocación, la rectitud de su honestidad personal y profesional, así como el sentido de responsabilidad que siempre imprimió a su conducta de médico y de funcionario público”, señaló.

Mencionó que el doctor Grajeda pese a entender los riesgos del COVID-19, mantuvo el ritmo de su actividad y compromiso para servir a las demás personas.

“Podemos decir con toda amplitud y claridad que tuvo una verticalidad a lo largo de toda su vida, y asumió el valor de la honestidad como la guía de su conducta personal, familiar, universitaria, profesional y pública, al igual que un profesionalismo y disciplina, carácter y decisión, como ejes fundamentales”, afirmó.

Al tomar la palabra, su hijo, Jesús Enrique Grajeda Martínez, compartió un mensaje a nombre de su familia, en el que resaltó que a su padre nunca le gustaron los reflectores, pero los enfrentaba cuando era necesario.

Mencionó que su labor como médico siempre les robó a él y a sus hermanas, las salidas a pasear o en domingos eran recorridos por hospitales.

Compartió que cuando decidió tomar la responsabilidad de ser el Secretario de Salud de Chihuahua, en primer lugar lo hizo por su gran amor a Chihuahua: “y en segundo, porque estaba seguro de que el gobierno actual convive con un valor fundamental con el que él vivía, que es la honestidad”.

Agregó que aunque no lo dijo, otro de los motivos fue el de fortalecer los vínculos que se habían perdido entre la Secretaría de Salud, la Universidad Autónoma de Chihuahua y la Facultad de Medicina.

Indicó que en el marco de la pandemia, él afrontó su labor como siempre: sin atraer la atención pública, pero haciendo su labor.

“Enfermó como tantos otros trabajadores de la salud, a los cuales siempre reconoció y pugnó para que tuvieran todas las condiciones, medidas de protección e incentivos económicos para que pudieran librar esta batalla”, relató.

Grajeda Martínez llamó a todos los sectores de la sociedad a continuar apoyando al personal de Salud, por los que también han muerto y, al que sigue trabajando y poniendo su vida en riesgo en pos de atender a la población y de sacar adelante este problema.

Agradeció a todo el equipo médico, de enfermería, intendencia, y técnicos que lo cuidaron en los últimos días de su vida, como si fuera de su familiar.

“Gracias a sus médicos el doctor Raúl Envila, Fisher, el doctor Arturo Jáuregui que aquí está con nosotros y estuvieron con él en todo momento, que se la jugaron por él, y a otros médicos que estuvieron atendiéndolo y sacándolo de los muchos problemas que tuvo en su peregrinar por la terapia intensiva: Ricardo Albino, Daniel Valenzuela, doctor Rempenning, Isaí Medina, René Flores, a los residentes de Medicina Interna quienes curiosamente fueron mis alumnos en la facultad, Mauricio, Adrián, Carolina y Víctor”, detalló el hijo del Dr. Grajeda.

Luis Alberto Fierro Ramírez, rector de la UACH, comentó que él desarrolló un vínculo cercano con el doctor Grajeda como estudiante y como director de la Facultad de Filosofía.

“Tanto fue su amor ante esta crisis, que puso en riesgo su vida por cumplir y acatar su deber. La honra es para su familia, el respeto absoluto de la sociedad hacia su figura, su nombre en la memoria viva y eterna de la Universidad”, señaló.

José Flores Montana, subsecretario de Salud del Estado de Chihuahua, y uno de sus más cercanos amigos y colaboradores, recordó el trayecto profesional del doctor Grajeda hasta llegar a su cargo como director del Hospital Central Universitario, titular de la Facultad de Medicina y rector de la UACH y hasta el momento de su muerte, como secretario de Salud.

“Enfrentamos la pandemia y ambos caímos enfermos. Yo por fortuna estuve menos grave, ya estoy recuperado. La enfermedad fue muy cruel con él. Nos deja todo su legado, ese gran tesoro de sabiduría, capacidad y formación humanística”, externó.

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