La expulsión de agentes de la DEA fue carta de negociación sobre Cienfuegos

Ciudad de México. El gobierno mexicano estaba dispuesto a ser muy duro para alcanzar un acuerdo con Estados Unidos a fin de que se retiraran los cargos contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), confirmaron a La Jornada fuentes cercanas a la negociación.

Como parte de los intercambios diplomáticos, México puso sobre la mesa la posibilidad de expulsar del país a la agencia antinarcóticos estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) y limitar la cooperación en las investigaciones internacionales contra el tráfico de drogas, instituida hace décadas y que ha permitido el arresto de varios líderes de organizaciones criminales, en coordinación con las fuerzas armadas mexicanas.

Las fuentes consultadas señalaron que las consideraciones delicadas e importantes de política exterior argumentadas por el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para desistir en sus acusaciones contra el general responden a la advertencia realizada por México. Así, gestionó un acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) para que el ex funcionario sea investigado en México.

Agregaron que la detención del militar de alto rango no generó per se el recelo de la parte mexicana, el enojo se debió a que la contraparte estadunidense no informó sobre la investigación y el proceso contra Cienfuegos Zepeda sino hasta el momento de su captura, lo que fue considerado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador una vulneración a la confianza establecida como parte de la cooperación para la lucha contra el tráfico de narcóticos.

El martes, tras el anuncio del acuerdo entre la FGR y el DOJ, el propio canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, reconoció en conferencia que hizo varios extrañamientos a las autoridades estadunidenses en reclamo a la falta de información para México en este caso.

Con esa premisa, los funcionarios mexicanos que negociaron el acuerdo con el DOJ y otras instancias del vecino del norte presionaron para que, en línea con los convenios de cooperación en la lucha contra el narcotráfico y en respeto a la soberanía mexicana, se desistieran de las acusaciones contra el general o, de lo contrario, la cooperación se vería afectada y se establecerían nuevos términos, entre ellos la posible salida del país de las agencias antidrogas.

El diálogo y acuerdo alcanzado entre el DOJ y la FGR, agregaron las fuentes, representa por tanto un primer paso para recobrar la confianza en la cooperación en esta materia.

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